Sebastián Romero, a sus 6 años, es el único con esa condición entre mil estudiantes.
Los padres relatan cómo fue el inicio de la historia de este pequeño con Síndrome de Down, que sorprende por su buen rendimiento escolar.
"Cuando me lo dijeron que el bebé nació así, alcé los ojos al cielo y visualicé a mi hijo con su discapacidad, pero bien", recuerda María de Jesús Sánchez, mamá del niño.
La familia comenzó tratamientos para estimular al niño y calmar su exceso de energía. "Comenzamos con terapias en la EPS. Luego con nuestros recursos comenzamos a pagar terapias particulares y logramos que Sebastián caminara y se sentara", relata la madre.
A los cuatro años, decidieron que comenzara a estudiar y lo matricularon en un colegio regular, donde era el único con Síndrome de Down entre mil niños. "Fue difícil porque ellos no conocían un niño con Síndrome de Down, no conocían cuál era su comportamiento", dice la madre.
En el tiempo que lleva como estudiante, el niño ya lleva cuatro diplomas por buen rendimiento y el padre revela que tiene habilidades destacadas para el inglés. Le dedica 10 horas al estudio (ocho horas en el colegio y dos en casa).
El Distrito lo premió como uno de los mejores estudiantes del 2011, el mejor en condición de discapacidad en Bogotá. Sebastián representó a la localidad de Los Mártires y compitió con niños de otras 19 localidades.
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