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Juegos de Apoyo motriz y de pensamiento logico que ayudaran a losgrar nuestros objetivos educativos

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Acompañamiento pedagogico con sentido de amor y respeto
 

TÉCNICAS PARA UN ESTUDIO MÁS EFICIENTE...

viernes, 1 de noviembre de 2013

Teniendo en cuenta que el año escolar está por terminar y que los alumnos se encuentran en exámenes finales, quiero compartir en mi blog las técnicas que se pueden practicar  y el estilo de aprendizaje con el que cada uno puede identificarse para obtener mejores resultados académicos  solo necesitas buscar el que más se adapte a tus habilidades...

Técnicas para un estudio eficiente

Hay una serie de técnicas relacionadas con el modo de seleccionar y organizar los contenidos de tus tareas que te ayudarán a ser más eficiente.
  • El subrayado
  • Cómo tomar apuntes
  • Los esquemas y los cuadros sinópticos.
  • El resumen

El subrayado 


El objetivo del subrayado es destacar las ideas esenciales de un texto y por lo tanto, al leer únicamente lo subrayado se puede recordar su contenido. Está demostrado que la memoria se fija y recuerda más y mejor aquellas cosas que se resaltan.
El fundamento de esta técnica consiste en resaltar de otro color (se recomiendan colores vivos como el rojo o verde o los colores fluorescentes, aunque cansan más) las frases más relevantes, así como sustantivos, verbos, adjetivos, fechas, nombres propios, etc.
Para subrayar no se recomiendan más de dos colores y también se puede sustituir la "raya" por recuadros o corchetes para señalar párrafos enteros o frases que consideremos de capital importancia.
También acostúmbrate a escribir notas a los márgenes, en aquellos momentos en que no te queden claras algunas ideas o para completar con otros datos. Estas notas luego son muy beneficiosas ya que facilitan la comprensión y amplían conocimientos.


¿Cómo tomar apuntes?


Se dice que el saber tomar apuntes estimula a los estudiantes así como dirige y canaliza nuestro aprendizaje.
Una buena idea para facilitar la toma de apuntes es que sepamos de qué va el tema que nos van a exponer. Por eso, si es posible, sería conveniente echarle un vistazo al tema el día anterior para saber por donde irán las cosas.
Por otra parte, tu actitud ante el profesor y el tema deberá ser positiva. No tengas prejuicios y no te dejes llevar por los estados de ánimo, ni por las simpatías o antipatías. Concéntrate en lo que haces. Controla tu atención. No divagues.
Es fundamental que estés atento al profesor, mírale, busca las ideas claves de la explicación y concentra tu atención en:
  • Captar la lógica de lo que expone el profesor.
  • Comparar lo que dice con lo que ya sabes.
  • Busca la utilidad para ti de lo que explica. Resume lo que el profesor va diciendo.
Utiliza papel que puedas archivar. Siempre el mismo, con el mismo formato. Guarda los apuntes en carpetas por materias y por días.
Inicia los apuntes poniendo en la parte superior de la hoja la fecha y la asignatura o materia. Esto te facilitará su clasificación y orden.
Escribe con letra legible y clara. Los apuntes debes tomarlos de tal manera que sean fáciles de leer, para no tener que pasarlos a limpio. No escribas todo lo que el profesor diga. No lo copies todo. Sólo las ideas importantes. Copia las fechas, nombres, referencias, etc. Luego puedes completarlo con ayuda del libro o de algún compañero.
Deja margen a la derecha y a la izquierda para anotaciones o aclaraciones. Utiliza el subrayado y las mayúsculas para resaltar lo más importante. Sé breve. Abrevia cuanto puedas las palabras. Utiliza siglas, abreviaturas (comprensibles posteriormente) o cualquier signo que tu crees y que para ti signifique algo. Algún ejemplo puede ser:
Igual.................=Siglo...............S
Más que............+Menos que.......-
Hombre.............HMujer..............M
Mayor................>Menor.............<
Que..................qPor.................x
Porque..............xq
A los adverbios acabados en mente añade al adjetivo un símbolo: rápida/; fácil/; normal/.
Tu mismo puedes crear tus propias normas o símbolos. Práctica un poco y verás como los resultados mejorarán.


Los esquemas y los cuadros sinópticos 


El esquema es una técnica que tenemos muy olvidada pero que da mucho resultado. No es una técnica sencilla ya que depende directamente de como se haya realizado el subrayado y la lectura.

Un esquema debe presentar las ideas centrales del texto, destacadas con claridad. Presenta de forma sencilla y lógica la estructura del texto. Debe tener una presentación limpia y clara. En el esquema se destacan los puntos principales del texto y los subapartados que consideres de interés. Se utilizan signos para destacar ideas, subrayado, las mayúsculas y minúsculas, colores y distintos tipos de letras. Escríbelo en términos concisos.
Para trabajar el esquema parte de la lectura analítica de un texto y de su posterior subrayado. Ve separando cada contenido por puntos, rayas y subrayados. Mira si lo que has escrito expresa la idea completa del texto sin dejar datos fundamentales. Puedes utilizar las mayúsculas para señalar los apartados fundamentales y las minúsculas para los elementos de importancia que hay en ellos.
El esquema es como un resumen pero más esquematizado, sencillo y claro. Con un solo golpe de visto podemos percatarnos de la información que contiene el texto estudiado.
Por lo tanto a partir de un texto determinado puedes realizar las siguientes actividades:
- Localizar las ideas centrales del texto.
- Subrayar las palabras o frases que destaquen esas ideas.
- Anotar al margen la idea central del texto y de los distintos párrafos.
Por otra parte, el cuadro sinóptico es una variante del esquema que sobre todo se utilizará cuando existan datos muy concretos como fechas, nombres, cantidades y cuando un texto habla de los mismos elementos pero en distintas contextualizaciones. Su técnica es igual a la del esquema pero rquiere de un cuadro con las entradas que sean necesarias.

Ejemplo del Esquema
Esquema del texto Los Romances:
Cronológicamente se dividen en:
1. Romances viejos:
- Autor anónimo.
- Origen=Cantares de Gesta:
* verso se divide en dos octosílabos.
* rima asonante los pares.
Siglo XIV a XVI.
- Temas:
* históricos: Cid, Infantes de Lara, D.Rodrigo.
* fronterizos: reconquista;
* carolingios: Carlomagno, Roldán.
* novelescos;
* líricos.


El resumen

Es una de las actividades más importantes y claves dentro del estudio. La puedes realizar después de tener hecho el subrayado y luego de haber estudiado el tema, lección o texto. Tienes que intentar hacerlo sin volver a mirar lo que has leído, y si lo haces, lo menos posible.
El resumen debe ser breve pero completo, con las ideas fundamentales y utilizando tu propio vocabulario y modo de estructuración de las oraciones. Redactado en forma personal. Tienes que utilizar partículas de enlace entre los distintos párrafos que produzcan la hilazón lógica entre los mismos.
Es evidente que un buen resumen depende mucho de la comprensión del texto y de las veces que lo hayas leído (son recomendables tres lecturas: una rápida, otra lenta con subrayado y otra más lenta con memorización y análisis).
Para dominar esta técnica tendrás que hacer ejercicios del tipo siguiente:
- Análisis y comentario escrito de textos.
- Resúmenes de los mismos.
- Lecturas detenidas.
- Resúmenes de textos a partir de lo subrayado.
Es conveniente que posteriormente al resumen lo leas varias veces y lo completes, si es necesario, con el texto delante. En principio, todo tipo de textos son válidos para practicar esta técnica.

CLAVES PARA TENER UN BUEN RENDIMIENTO ACADÉMICO...


Hoy les comparto diez consejos para obtener un buen rendimiento académico.
El logro de los buenos resultados debe ser prioridad número uno de todo estudiante... 


1. No basta con ser inteligente 

Hay personas bastante inteligentes que apenas necesitan estudiar, así como otras para quienes estudiar no es lo suyo. Sin embargo lo normal es tener una inteligencia media y por lo tanto los buenos resultados solo se obtienen con una motivación adecuada que facilite el esfuerzo de estudiar. Sin voluntad de estudiar, no hay nada que hacer... y los motivos que se tengan para estudiar son decisivos.


2. Encuentre un motivo para estudiar 

Aunque hay muchísimas otras cosas que son más divertidas, estudiar es un deber inaplazable. En los años escolares nos estamos jugando el futuro pues en esta corta época decidimos lo que vamos a ser el resto de la vida.

Se debe tener un motivo para estudiar. Y ese motivo ha de salir de uno mismo. Los premios y los castigos pueden ser eficaces, pero a la larga no son lo decisivo.

3. Adopte su propia técnica de estudio 

De algunas personas se dice: "este chico no sabe estudiar". Hay maneras de aprender a hacerlo, muchos libros, páginas web, la ayuda de un profesor, de los padres. Pero en el fondo, todo es sentido común. A estudiar se aprende estudiando y cada quien verá cuáles son los sistemas que le van mejor.


4. Siéntase cómodo y concéntrese 

Para estudiar eficientemente se necesita un lugar de estudio tranquilo, donde todo esté a mano, con una silla cómoda y luz suficiente. No se engañe, con música no se puede estudiar: puede dibujar o copiar, pero no memorizar ni concentrarse. No se levante a cada momento y persevere sentado al menos 45 minutos. Luego descanse 5 a 10 para poder continuar.


5. Horario y planeación

También se debe tener un horario. No tiene por qué ser rígido, ha de ser flexible pero lo normal en secundaria es que se gaste entre media hora y una hora para hacer las tareas y tres cuartos o una hora para estudiar. Si entre lunes y viernes no ha dedicado 10 a 12 horas de estudio, el fin de semana hay que recuperar. Deje, si puede, para el fin de semana las tareas que le lleven más tiempo: Una lámina de dibujo, un trabajo para una asignatura. Es una lástima que pase el tiempo haciendo como que está estudiando cuando su cabeza está muy lejos. No sueñe despierto. Aproveche el tiempo y luego, podrá hacer muchas otras actividades.


6.  Aprovechar las clases ahorra tiempo 

Es una tontería perder el tiempo en clase. Si aprovecha ese rato, tendrá mucho adelantado. Si, por alguna razón, le dejan tiempo libre de estudio, adelante tareas. 
Puede que el profesor siga el libro: en ese caso tome notas de lo que dice, de aquello en lo que insiste. Si da apuntes, siga atento y tome nota en todo lo que pueda, con sentido común. Subraye aquello que repita, pues es lo que considera básico.


7. Memorizar pero entendiendo el contenido

En la mayoría de las asignaturas hay que memorizar los contenidos de las lecciones. No intente aprenderse algo que no entiende; por eso es tan importante lo del punto anterior.

Cada persona tiene su propio sistema para fijar en la memoria las lecciones: leerlo en voz alta, repasarlo varias veces e intentar repetirlo sin mirar el texto... lo importante es que tenga en cuenta que no se sabes un tema si no es capaz de explicarlo. Y es muy conveniente que estudie cada día lo explicado en clase. Es mejor aprender un texto corto que enfrentarse a un montón de páginas cuando lleguen las épocas de evaluaciones.

8. Los exámenes: comience por lo más fácil 

“Ya estudiaré cuando llegue el examen”… Este es un enorme error. Si estudia cada día, cuando llegue el momento del examen sólo tiene que repasar conocimientos ya adquiridos, recordar lo que ya se sabe. Si lo deja todo para el final, acabará con la cabeza llena de fórmulas, definiciones, fechas, etc. un caos.
Los exámenes son de distintos tipos: hay que preparar cada uno de modo diferente. Auto examinarse da buen resultado. 
Duerma bien la noche anterior al examen y ni se le ocurra tomar ninguna pastilla - lo pagará muy caro -. Así evitará el nerviosismo y el cansancio. Lea detenidamente las preguntas antes de lanzarse a responder. Si es posible, responda primero las preguntas más fáciles y deje para el final las que no se sabe bien. Esto es especialmente importante en problemas de matemáticas, física, traducciones... Muchas veces se gasta todo el tiempo de que se dispone en hacer un problema y se deja el resto en blanco. 
Antes de entregar el examen revise cuidadosamente las respuestas. No se precipite en entregarlo: use todo el tiempo de que disponga.


9. Ayudas para resolver problemas 

Aunque es difícil dar una regla común, en matemáticas, física y química muchas pruebas incluyen problemas: a partir de unos datos tiene que hallar otros, mediante una fórmula o varias.
En primer lugar elija la fórmula adecuada, luego sustituya las variables por los valores que le den (¡Las unidades!) y le quedarán una o varias incógnitas para despejar. Hágalo con sumo cuidado: es muy probable que pidan los resultados exactos, y no bastará con que la solución esté bien planteada.


10. Y lo más importante 

Hay un punto del libro Camino, donde se afirma que "Una hora de estudio es una hora de oración": este libro tiene muchos puntos, un capítulo entero, dedicado al aspecto sobrenatural del estudio. Le vendría muy bien considerarlo detenidamente. Ofrezca a Dios su trabajo.


TRUCOS PARA MOTIVAR A TU HIJO A ESTUDIAR !!!

lunes, 16 de septiembre de 2013

HOLA A TODOS...

Hoy les quiero compartir una información valiosa para motivar a los alumnos, y para esto es muy importante comprender que el estudio no siempre es la actividad más valorada por los hijos y por ello, los padres tienen que recurrir a estrategias de motivación por el estudio, sin llegar a la imposición autoritaria. En este artículo, verás cómo motivar a un niño a estudiar.

Saber cómo motivar a un niño a estudiar es importante, para tener más herramientas en la comunicación con tu hijo y que su educación sea lo más adecuada posible. 

Para ello, es necesario leer una serie de consejos que te dejo en este artículo:



  • La motivación de tu hijo por el estudio puede hacerse de varias formas, por ejemplo, otorgando premios o recompensas por resultados. Esta puede ser una forma buena de motivar a tu hijo para que estudie, es decir, recompensando el esfuerzo con un regalo o con algo que tu hijo esté deseando. Aquí la lógica sería que a mayor esfuerzo y mejores resultados le darás mejores recompensas.
  • Es importante además que el estudio no sea una excusa para la rebelión de tu hijo, como respuesta a un conflicto familiar. En este caso, lo mejor es apelar a la comunicación y la resolución de los problemas.
  • Se tendría que intentar no llegar al castigo o la imposición forzada de las tareas de estudio. Es decir, al haber mucha resistencia a estudiar se tiene que intentar primero la comunicación y diferentes alternativas para que el niño o adolescente se motive para estudiar.
  • Es bueno que tu hijo tenga ejemplos en los cuales reflejarse y en los cuales poder ver lo positivo de estudiar. Aquí es importante ver las actividades intelectuales en la familia, en los amigos, etc.
  • Se recomienda además respetar los tiempos que se establezca el niño o adolescente para estudiar y la alternancia con otras actividades necesarias para su desarrollo y crecimiento como el deporte, el juego y la sociabilidad.
  • Antes que obligar a tu hijo a estudiar tienes que hablar con él y si ves que tiene mucha resistencia al estudio tienes que buscar ayuda con un especialista para verificar si no existen algunas dificultades en su aprendizaje.
  • Es muy importante para que tus hijos estudien hablar con ellos cuando haya posibilidades de hacerlo sobre el tema de la importancia que tiene estudiar. Este tema lo puedes abordar desde un enfoque por el cual tu hijo pueda tomar conciencia de la importancia que tiene el estudio para su futuro y el desarrollo de su inteligencia pero sin presionarlo demasiado ni ser autoritario.
  • Algo muy importante es que tenga amigos o pares que estudien ya que es un espejo muy importante para ellos y un estímulo extra. Si tiene amigos que no estudian, las cosas serán más complicadas.
  • Otro de los puntos importantes para que tu hijo se vea motivado a estudiar es que pueda comprender que el consumo no lo es todo. Que la vida no se trata solamente de consumir y de dinero y que uno no vale por lo que tiene sino por lo que es. Lo que uno es no lo determinan las cosas materiales solamente sino fundamentalmente lo que uno sabe, lo que uno piensa, etc.
  • Además es importante que reconozca que para hacer lo que le gusta tendrá que pasar por etapas en el estudio que tal vez no le gusten demasiado pero que son necesarias. La recompensa será que al llegar a estudiar lo que le guste, tendrá una gran satisfacción.
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TIPS PARA AYUDAR A SU HIJO A ENFRENTAR EL ESTRÉS...

viernes, 26 de julio de 2013

Para los nosotros los adultos  la infancia puede parecer una época libre de preocupaciones. Pero los niños pueden experimentar estrés. Aspectos como ir al colegio y la vida social a veces generan presiones que pueden resultar abrumadoras para algunos niños. En calidad de padre o de madre, usted no puede proteger a sus hijos del estrés, pero puede ayudarlos a desarrollar formas saludables de afrontar y de resolver los problemas cotidianos. aunque es posible que ellos no inicien una conversación por propia iniciativa sobre lo que les preocupa, desean realmente que sus padres les tiendan una mano y les ayuden afrontar sus problemas... Pero no siempre es fácil para un padre saber cómo ayudar a un hijo estresado.

ESTOS SON ALGUNOS TIPS:
1. Comuníquele su interés con claridad. Hable con su hijo cuando usted se dé cuenta de que hay algo que le preocupa. Si es posible, ponga nombre al sentimiento que cree que puede estar experimentando su hijo. (“Tengo la impresión de que todavía sigues enfadado por lo que te pasó en el recreo”). No debería sonar como una acusación (por ejemplo, “Pero, ¿qué pasa contigo? ¿Todavía sigues enfadado por lo que te ocurrió el otro día?”) ni tampoco poner a su hijo en un aprieto. Solo se trata de una observación para demostrarle a su hijo que a usted le interesa saber más cosas sobre lo que le preocupa.
2. Escuche a su hijo. Pida a su hijo que le cuente lo que le preocupa. Escuche calmada y atentamente, con interés, paciencia, amplitud de miras y demostrando lo mucho que le importa. Evite la tendencia a juzgar, culpar, dar sermones o decir lo que usted cree que debería haber hecho su hijo. La idea es permitir que los problemas (y sentimientos) de su hijo sean escuchados. Intente averiguar lo sucedido haciéndole preguntas del tipo de: “¿Y entonces qué pasó?”. Tómese su tiempo. Y permita que su hijo también se tome el suyo.
3. Comente brevemente los sentimientos que cree que podría estar experimentando su hijo. Por ejemplo, usted puede decirle: “Debe haberte molestado bastante”, “No me extraña que te enfadaras si no te dejaron jugar en el partido” o “Debe haberte parecido de lo más injusto”. Comunicándose de ese modo, demostrará a su hijo que entiende cómo se siente y por qué, y lo mucho que eso le importa. Sentirse comprendido y escuchado ayudará a su hijo a sentirse apoyado por usted, lo que es especialmente importante en los momentos de estrés.
4. Ponga nombre a lo que le ocurre a su hijo. Muchos niños todavía no tienen palabras para expresar sus sentimientos. Si su hijo parece enfadado o frustrado, utilice esas palabras para ayudarlo a identificar las emociones por su nombre. Expresar los sentimientos con palabras ayuda a los niños a comunicarse y a adquirir autoconciencia emocional (la capacidad de reconocer los propios estados emocionales). Los niños que son capaces de hacerlo son menos propensos a llegar a ese punto en que las fuertes emociones se expresan mediante reacciones y comportamientos extremos en vez de mediante palabras.
5. Ayude a su hijo a pensar en cosas a llevar a cabo. Si existe un problema específico que le está provocando estrés a su hijo, hablen juntos sobre qué hacer. Anime a su hijo a pensar en ideas al respecto. Puede utilizar la técnica de “la lluvia de ideas” en caso necesario, pero no haga usted todo el trabajo. La participación activa de su hijo le ayudará a construir la confianza en sí mismo. Apoye las buenas ideas de su hijo y aporte ideas complementarias en caso necesario. Hágale preguntas del tipo: ¿Cómo crees que eso funcionará?
6. Escuche y avancen hacia adelante. A veces hablar, escuchar y sentirse comprendido es todo lo necesario para ayudar a que las frustraciones de un niño empiecen a aligerarse. Después, intente cambiar el tema de conversación y avancen hacia algo más positivo y relajante. Ayude a su hijo a pensar en algo que le permita sentirse mejor. No dedique al problema más atención de la necesaria.
7. Limite el estrés a que se somete su hijo siempre que sea posible. Si ciertas situaciones están provocando estrés en su hijo, fíjese en si hay formas de cambiar las cosas. Por ejemplo, si un exceso de actividades extraescolares estresa a su hijo a la hora de hacer los deberes escolares, podría ser necesario limitar esas actividades para que pueda dedicar más tiempo y energía a los deberes.
8. Esté presente y disponible. A los niños no siempre les apetece hablar sobre lo que les preocupa. Y muchas veces, está bien que sea así. Deje claro que su hijo sabe que usted estará a su lado cuando tenga ganas de hablar. Aunque a un niño no le apetezca hablar, generalmente no quiere que sus padres lo dejen solo. Puede ayudar a que su hijo se sienta mejor simplemente estando presente: haciéndole compañía, pasando tiempo con él. De modo que, si usted se da cuenta de que su hijo está abatido, preocupado o teniendo un mal día, pero no tiene ganas de hablar sobre ello, inicie una actividad que puedan hacer los dos juntos. Salgan de paseo, vean una película, jueguen a baloncesto o cocinen pastas al horno. ¿No es agradable saber que su presencia es fundamental?
9. Sea paciente. En calidad de padre o de madre, duele ver a un hijo infeliz o preocupado. Pero intente no dejarse llevar por la necesidad de resolverle todos los problemas. Contrariamente, concéntrese en ayudar a su hijo, sin prisas pero sin pausas, a convertirse en una persona que sabe solucionar sus problemas: un niño que sepa cómo afrontar los altibajos de la vida, expresar sus sentimientos con palabras, calmarse cuando sea necesario y recuperarse para volver a intentarlo de nuevo.
Los padres no pueden resolver todos los problemas de sus hijos a lo largo de la vida. Pero enseñándole estrategias de afrontamiento saludables, usted preparará a su hijo para afrontar las tensiones que les deparará el futuro.

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TRUCOS PARA CORREGIR NIÑOS DESOBEDIENTES ...

jueves, 27 de junio de 2013


Esta conducta "dificulta la educación por parte de los padres y profesores". Pero luchar contra la desobediencia y conseguir un cambio de actitud es posible. Para ello "es necesario una implicación absoluta de los padres", explica esta experta. Por eso, a continuación se dan seis pautas y consejos para lograrlo

1. IDENTIFICAR AL NIÑO DESOBEDIENTE
Identificar a un niño desobediente y saber cuándo, además, esta actitud puede suponer un problema a la larga es el primer paso para corregir a un pequeño que no obedece.
Pero, ¿cómo saber si un niño muestra una actitud de desobediencia excesiva? Los especialistas apuntan que a partir de los dos o tres años se pueden identificar las primeras conductas, que además son mucho más frecuentes (casi el doble) en los niños que en las niñas, 
El patrón es una continua desobediencia y hostilidad hacia las figuras de autoridad. Un comportamiento que ocasiona importantes problemas en la convivencia familiar.

2. MOTIVAR AL NIÑO DESOBEDIENTE
las terapias más eficaces para corregir a un niño desobediente son las que están orientadas a estimular la motivación del niño, con el refuerzo de sus aspectos positivos y el castigo o ignorancia de los negativos.
Para modificar la conducta desobediente de los hijos, los especialistas recomiendan mostrar una actitud colaborativa: dejar que el niño se exprese y escuchar sus preocupaciones, pero también explicarle con calma los problemas que provoca con su actitud. Lo idóneo sería alcanzar entre ambas partes una solución. Es decir, pactar con el niño.

3. NO PERDER LOS NERVIOS ANTE EL DESAFÍO DEL NIÑO
No obstante, ante el desafío del pequeño es primordial no perder nervios, aunque sea difícil. Hay que intentar controlar el enfado al máximo.
Una buena técnica es colocarse a la altura del niño, para que haya un contacto visual directo. Este es uno de los consejos importantes para aprender a hablar con el niño. Desde esa posición hay que decirle, en tono firme, que no es aceptable su comportamiento.

4. LAS RUTINAS AYUDAN AL NIÑO A OBEDECER
Mantener un horario y un ritmo de vida estable es esencial para corregir a un niño desobediente. Si el niño se acuesta tarde y come a cualquier hora, en definitiva, lleva una vida caótica y será incapaz de guiarse por normas o límites cuando existan.
Por el contrario, un horario definido para cada actividad, las horas necesarias de descanso y el orden y equilibrio alrededor fomentan una actitud más colaborativa y asertiva por parte del pequeño.

5. PONER NORMAS Y LIMITES FRENA LA DESOBEDIENCIA
Las normas y los límites son fundamentales para establecer las barreras entre lo que se debe y no se debe hacer. Tienen que ser claras y razonables. También deben estar adaptadas a la edad de cada niño. No se debe exigir nunca más de lo que el pequeño pueda conseguir y es aconsejable explicarle siempre el porqué de cada norma y en qué le beneficia.
En este sentido, es importante aprender a dar órdenes. "Ve a tu cuarto, deja la cartera, lávate las manos y siéntate a comer". Un niño de corta edad es muy probable que no sea capaz de cumplir las cuatro órdenes anteriores a la vez. Los padres deben saber adaptar sus peticiones al ritmo del pequeño y asegurarse de que las cumple antes de dar la siguiente.

6. EL REFUERZO POSITIVO
Es fundamental para que el pequeño repita las actitudes deseables. Esto no significa que haya que regalarle algo cada vez que se porte bien. Sí es posible, sin embargo, recompensarle con palabras de agradecimiento y satisfacción y un buen abrazo.

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COMO AYUDAR A LOS CAMBIOS DE LA PREADOLESCENCIA

viernes, 24 de mayo de 2013


Su hijo(a) preadolescente puede actuar como si sus deseos de guiarle no fueran bienvenidos o necesarios, e incluso, al percibirlos, puede sentirse avergonzado(a) de vez en cuando. Este es el momento en el que los niños(as) comienzan a confiar más en sus compañeros y solicitan tener su espacio y privacidad - por ello, puede esperar que la puerta de su habitación permanezca cerrada más a menudo.
Tan difícil como puede ser asimilar estos cambios, intente no tomarlos de forma personal. Estos son signos de la creciente independencia de su hijo(a). Usted va a tener que ceder un poco los lazos emocionales que ha mantenido con su hijo(a) y permitirle mayor espacio personal para su crecimiento. Pero esto no significa que deberá perder su conexión emocional completamente. Usted todavía tiene una poderosa influencia - simplemente su preadolescente puede incrementar su reacción al ejemplo que usted dé en lugar de las instrucciones que usted imparta. Así que predique con el ejemplo e intente predicar un poco menos durante esta temporada.
Impartir con su ejemplo las cualidades que usted quiere que su preadolescente aprenda y practique -comunicación respetuosa, gentileza, alimentación sana y cumplimiento de sus responsabilidades diarias sin quejas— incrementará las posibilidades de que su hijo(a) cumpla con ellas.
Los detalles pequeños y simples pueden reforzar la comunicación. Incluya en sus actividades el suficiente tiempo para compartir momentos especiales, la rutina de la que ya forman parte juntos y demuéstrele que le importa.
A continuación le damos algunos datos para lograrlo:A medida que su hijo(a) se acerca a la adolescencia y adquiere más independencia, mantenerse emocionalmente cercano a él o ella puede parecer un reto. Pero es tan importante como lo ha sido siempre, o quizás más importante que nunca.
En la medida en que las actividades en la escuela, los nuevos intereses y una vida social exitosa se vuelven más importantes a medida que su hijo(a) crece, usted todavía representa su base como hogar, proporcionándole amor, guía y apoyo.
Y esa conexión proporcionarán a su hijo(a) una sensación de seguridad que fortalecerá la entereza que él o ella necesitarán para lidiar con los altibajos de la vida.

Lo que puede esperar
Lo que usted debe hacer
  • Sentarse en la mesa para comer con la familia: Puede que a usted se canse tan solo de pensar que tiene que preparar una comida para la familia después de un día muy ocupado. Pero compartir una comida con la familia significa disfrutar juntos de momentos valiosos. Por ello, planéela y organícela tal y como haría otro tipo de actividad. Incluso si tiene que recoger alguna comida preparada, siéntense juntos en la mesa para comerla. Apague la televisión e intente no hacer caso al teléfono. Es imposible hacerlo cada noche, pero usted puede planear una cena a la semana que le venga bien a la agenda de su hijo(a). Planee algo divertido e involucre a todos en la preparación y en la posterior recogida y limpieza de la mesa. Compartir esta actividad ayuda a fortalecer los lazos afectivos familiares y el hecho de que todos colaboren refuerza el sentido de responsabilidad y trabajo en equipo.
  • La hora de irse a la cama y las buenas noches: Puede que su niño(a) ya no necesite que usted lo lleve a la cama, pero mantener un horario consistente para irse a la dormir ayuda a que su preadolescente obtenga el sueño que necesita para crecer saludable y fuerte. Por ello, cree un momento de tranquilidad juntos justamente antes de irse a dormir. Lean juntos. Conversen sobre los momentos importantes del día y sobre los planes para el día siguiente. Incluso si su preadolescente ya ha crecido demasiado como para que usted pueda acostarlo en su camita, todavía hay tiempo para un abrazo o un beso de buenas noches. Si su gesto no es bienvenido, intente una caricia suave en la espalda o en el hombro a medida que usted le dice buenas noches.
  • Comparta los momentos cotidianos: Encuentre las pequeñas cosas que les permiten estar juntos. Invite a su preadolescente a que le ayude a pasear al perro. Invítese usted mismo(a) a acompañarlo(a) cuando sale a correr. Lavar el carro, hornear galletas, rentar películas, ver un programa de televisión favorito - todas son oportunidades para que disfruten estando juntos. Y también son oportunidades para que su hijo(a) le hable sobre lo que le pasa por la mente. Incluso cuando van en el carro es un buen momento para que establezcan lazos de comunicación. Cuando usted esté manejando probablemente su preadolescente se sentirá más inclinado a mencionar algo que le moleste. Ya que usted estará concentrado en la carretera, él o ella no tendrán que establecer contacto visual, lo cual puede aliviar la incomodidad de expresar lo que se siente.
  • Cree momentos especiales: Comience la tradición de celebrar ocasiones familiares significativas más allá de los cumpleaños y de las fiestas. Celebrar ocasiones especiales como las buenas calificaciones escolares o haber ganado un partido de fútbol ayuda a reforzar los lazos familiares.
  • Demuestre afecto: No subestime la importancia de decir y demostrar cuánto quiere a su preadolescente. Hacerlo asegurará que su hijo(a) se sienta seguro y amado. Y usted estará demostrando formas sanas de demostrar afecto. Con esto en mente, su hijo o hija pueden comenzar a sentirse un poco intimidados al ver muestras de cariño, especialmente en público. Puede que su hijo(a) rechace su abrazo o beso, pero no tiene nada que ver con usted. Simplemente reserve ese tipo de demostración de cariño para los momentos cuando los amigos de su hijo(a) no estén presentes. Y en público, encuentre otras formas de demostrar que su hijo(a) le importa. Una sonrisa o una expresión de saludo pueden comunicar un mensaje cariñoso y al mismo tiempo respetar los límites físicos. Reconozca en alto las maravillosas cualidades de su hijo así como las habilidades que desarrolla en cuanto ocurran. Usted puede decir algo como “Qué bonito dibujo -realmente tienes una gran facilidad para el arte” o “Estuviste fabuloso jugando hoy al fútbol - Me encantó verte jugando en el campo."
  • Permanezca integrado: Sea parte de los intereses crecientes de su preadolescente. Integrarse significa permanecer más tiempo juntos y compartir experiencias. Usted no tiene que ser el líder de los Boy Scouts, voluntario(a) en su salón de clases o entrenador(a) de fútbol para demostrar interés en las actividades de su preadolescente. Puede que su hijo(a) quiera formar parte de actividades en las que usted no forme parte, lo cual no tiene nada de malo. Asista a juegos y a las prácticas cuando pueda; cuando no pueda, pregunte cómo han ido las cosas y escuche atentamente. Ayude a que su hijo(a) hable sobre sus decepciones y demuestre comprensión cuando él o ella hable de la pelota cuyo alcance hizo ganar al equipo contrario. Su actitud de cara a algún revés enseñará a su preadolescente a aceptarlos, a sentirse bien respecto a ellos, y a construir la valentía para intentarlo de nuevo.
  • Permanezca interesado(a): Manténgase interesado y curioso acerca de las ideas de su preadolescente, sus sentimientos y experiencias. Si usted escucha lo que él o ella están diciendo, tendrá un mejor entendimiento de la guía, perspectiva y soporte necesarios. Y responder de formas que no emitan juicios hará que su hijo(a) se sienta más inclinado a compartir con usted sus sentimientos en tiempos difíciles.

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SOBRE LOS NIÑOS DESOBEDIENTES...


Empecemos analizando un caso típico de desobediencia:  María es una alumna de 16 años que muestra una actitud desafiante en clase con el profesor. Con todos los profesores. Éstos piensan que no ha debido llegar al bachillerato y que se le debió encauzar hacia una formación profesional de grado medio. Pero el caso es que está ahí y que contesta y no quiere obedecer a los profesores en nada. Cuando el profesor le pide que salga a la pizarra, no quiere. Cuando el profesor le pide que haga un ejercicio, se niega. Por supuesto, Susana ha suspendido todos los exámenes y seguramente repita el curso. De todas formas, el tutor quiere darle una oportunidad.
¿Qué podemos hacer?
Los adolescentes, a menudo, adoptan actitudes inmaduras y exhibicionistas, para llamar la atención de sus profesores, compañeros, padres... Su personalidad en busca de identidad les hace difícil aceptar la autoridad y la obediencia. Los docentes ante alumnos adolescentes debemos replantearnos la forma de ejercer la autoridad, adecuándonos al perfil psicológico de nuestros alumnos. Evidentemente, no debemos temer el ejercer la autoridad y exigir el cumplimiento de unas normas; el alumno adolescente necesita normas. Éstas le proporcionan seguridad.

Los docentes debemos cambiar nuestra forma de mandar. Mandar sin imperar. Muchas veces a nuestros alumnos les rebela más la forma como les decimos las cosas que el contenido de las mismas. Si les exigimos con confianza y buenos modos, responderán mejor. Evitaremos actitudes autoritarias y proteccionistas. Tenemos que contar con su opinión. A estas edades valoran mucho el que les tengas en cuenta, el que escuches sus argumentos antes de decidir. Combinemos autoridad con amistad, para que nuestros alumnos confíen en nosotros.
Para facilitar la obediencia, resulta esencial que el alumno sepa lo que esperas de él o de ella.
Por último, es preferible no reñirle en presencia de sus compañeros. Es más eficaz hacerlo a solas. Evidentemente el caso que se nos ha presentado puede resultar más complicado. Habría que dialogar con Susana y ver de qué forma nosotros podemos ayudarle. Tendremos que exigirle pero exigirle con cariño.
Si seguimos los consejos anteriores, si la escuchamos, si la hablamos con exigencia y respeto a solas, habremos puesto todo de nuestra parte. No es poco.

Medidas de prevención de conflictos y de intervención en el aula

Obviamente, poder evitar los conflictos en el aula es la mejor opción. Los expertos recomiendan, como medida de prevención, trabajar el clima del grupo-clase, intentando crear un ambiente de proximidad y participación. Se deben trabajar los elementos afectivos de la relación profesor-alumno, ya que ayudan a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
También debemos cuidar la justicia, es decir, reaccionar de igual manera ante la misma situación, aunque se trate de alumnos diferentes.

En cuanto al trabajo en el aula, es importante ser sistemático en la aplicación de las normas, en los plazos de entrega de trabajos, en la evaluación, etc. Es recomendable disponer de tareas que puedan realizar con éxito los alumnos/as que presentan conductas disruptivas, ayudando así a reforzar su autoestima, a participar y a asumir la responsabilidad de sus acciones. Así, se mantiene una actitud dinámica que permite controlar varias actividades al mismo tiempo, evitando que surjan conductas disruptivas y se consigue, antes que amenazar o castigar, ofrecer al alumno disruptivo otra actividad como alternativa.

Intervención en el aula
A la hora de intervenir en un conflicto generado en el aula, es deseable que el profesor mantenga una actitud calmada y evite enfrentamientos directoslo que implica:
» Ser conscientes de que a los adolescentes les divierte poner a prueba la autoridad del adulto.
» Enfrentarse correctamente a la situación. Esto conlleva mantener el autocontrol con el fin de:  No sobrevalorar el conflicto.Evitar implicarse personalmente en el mismo, en el momento del conflicto y posteriormente (no llevarse el trabajo a casa).
» Mostrarse sereno, calmado, tranquilo y a la vez enérgico.
» Hacer comentarios cortos y directos: sin críticas ni amenazas.
» No referirse a incidentes anteriores.
» En cuanto que sea posible, desviar la atención hacia otro tema, para que se pase el "acaloramiento" y se pueda retomar la clase, evitando así perder más tiempo.
» Mantener una actitud persuasiva más que coercitiva hacia el alumno problemático. Desafiarle, retarle o humillarle en público sería un error, ya que, por su situación personal, normalmente estos alumnos no responden a actitudes amenazantes, al contrario, podría reafirmarles en su comportamiento.
» Enfocar el conflicto hacia la tarea y no hacia la persona.
» Corregir la conducta y no al alumno/a.
» Evitar comparaciones con los compañeros.
» Procurar no caer en la tentación de sermonearle, es preferible intentar negociar.
» No mostrarse inflexible: el alumno puede entender las expectativas del profesor si se le explican.

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QUÉ HACER FRENTE A LAS DIFICULTADES DE LENGUAJE EN LOS NIÑOS !!!

jueves, 16 de mayo de 2013


HOLA A TODOS

Hoy les contaré a cerca de las dificultades de lenguaje que pueden presentar los niños, es una información que puede ayudarle a estar alerta a algún cambio o retraso en el desarrollo del habla de su hijo, algún familiar o conocido. 

Independientemente de la edad que tenga el niño, reconocer y tratar los problemas lo antes posible es el mejor enfoque para ayudar en los retrasos del habla y del lenguaje. Con una terapia adecuada y tiempo, lo más probable es que su hijo pueda comunicarse mejor con usted y con el resto del mundo.

Saber qué es "normal" y qué no lo es en el desarrollo del habla y del lenguaje puede ayudar a dilucidar si usted debería preocuparse o si su hijo está evolucionando correctamente en ambos ámbitos.

Entender el desarrollo normal del habla y el lenguaje

Es importante que en cada una de los exámenes médicos programadas por el pediatra de su hijo hable con él sobre el habla y el desarrollo del lenguaje, así como sobre otros aspectos del proceso evolutivo del pequeño que le preocupen. Puede ser difícil saber si su hijo solo es inmaduro en su capacidad para comunicarse o tiene algún problema que requeriría atención profesional.
Las siguientes normas sobre el desarrollo pueden servirle de guía:

Antes de los 12 meses

Es importante que a los niños de esta edad se les observe a fin de detectar indicadores de que utilizan la voz para relacionarse con el entorno. El balbuceo es una fase inicial del desarrollo del habla. Cuando los bebés crecen (a menudo en torno a los nueve meses), empiezan a unir sonidos, a incorporar las distintas entonaciones del habla y a decir palabras como "mamá" y "papá" (sin entender realmente lo que significan).
Antes de los doce meses, los bebés deberían ser receptivos a los sonidos y empezar a reconocer nombres de objetos de uso común (por ejemplo, biberón, chupete, etc.). Los bebés que observan atentamente su entorno pero no reaccionan al sonido es posible que presenten deficiencias auditivas.

Entre los 12 y los 15 meses

Los niños de esta edad deberían tener un amplio abanico de sonidos en su balbuceo (como p, b, m, d, o n), empezar a imitar y aproximarse a sonidos y palabras emitidos por los miembros de sus familias y típicamente decir una o más palabras (excluyendo "mamá" y "papá") de forma espontánea. Los nombres suelen ser los primeros, como "bebé" y "pelota". Su hijo también debería entender y seguir instrucciones de un solo paso ("Por favor, pásame el juguete", por ejemplo).

De los 18 a los 24 meses

Aunque hay una gran variabilidad, la mayoría de niños dicen unas 20 palabras cuando tienen aproximadamente 18 meses y unas 50 o más cuando cumplen dos años. En torno a esta edad, los niños empiezan a combinar dos palabras en frases muy simples, como "bebé llorar" o "papá grande". Un niño de dos años debería poder identificar objetos de uso común, dibujos de tales objetos, indicar sus propias partes del cuerpo cuando alguien se las señala y seguir instrucciones de dos pasos (como "Por favor, recoge el juguete y dámelo").

De dos a tres años

Los padres suelen presenciar una "explosión" en el habla de su hijo. El vocabulario de su pequeño debería crecer considerablemente (demasiadas palabras para contarlas) y el niño debería combinar de forma sistemática tres o más palabras en frases más largas.
Su comprensión también debería mejorar; con tres años, un niño debería empezar a entender qué significa "ponlo en la mesa" o "ponlo debajo de la cama". Su hijo también debería empezar a identificar colores y a entender conceptos descriptivos (grande frente a pequeño, por ejemplo).

¿Qué es la terapia del habla y del lenguaje?

La terapia del habla y del lenguaje es el tratamiento para la mayoría de los niños con discapacidades del habla y aprendizaje del lenguaje. Las discapacidades en el habla se refieren a problemas con la producción de sonidos, mientras que los problemas con el aprendizaje del lenguaje son las dificultades al combinar las palabras para expresar ideas.

Trastornos del habla y del lenguaje

La Asociación Americana del Habla, Lenguaje y Audición (American Speech-Language-Hearing Association, ASHA) clasifica los trastornos del habla según describimos a continuación:
  • Los trastornos de articulación - dificultad producir sonidos en las silabas y al emitir palabras de forma incorrecta de modo que otras personas no pueden entender lo que la persona está diciendo.

  • Trastornos con la fluidez del habla con problemas que incluyen tartamudez - una condición donde el habla se interrumpe debido a pausas anormales, repeticiones o sonidos prolongados y silabas.

  • Resonancia o trastornos de la voz - incluye problemas con el tono, el volumen o la calidad de la voz. Distrae a los oyentes de lo que se está diciendo. Estos tipos de trastornos también pueden causar dolor al niño o hacerle sentir incómodo cuando está hablando.

  • Disfagia oral/trastornos de la alimentación - incluye dificultades al comer o al tragar
Los terapeutas utilizan una variedad de estrategias incluyendo:
  • Actividades de intervención del lenguaje. En estos ejercicios el terapeuta del Habla y del Lenguaje interactuará con un niño jugando y hablando. El terapeuta puede utilizar fotos, libros, objetos o eventos actuales para estimular el desarrollo del lenguaje. El terapeuta también puede pronunciar correctamente las palabras como ejemplo y utilizar ejercicios de repetición para fortalecer el habla y los mecanismos del lenguaje.

  • Terapia de la articulación. Los ejercicios de articulación o producción de los sonidos incluyen la pronunciación correcta de sonidos y silabas por parte del terapeuta generalmente durante actividades de juego. El terapeuta le demostrará físicamente al niño cómo emitir ciertos sonidos como el sonido de la “r” y cómo mover la lengua para producir ciertos sonidos.

  • Terapia oral y motora de la alimentación. El terapeuta utilizará una variedad de ejercicios, incluyendo el masaje facial, y movimientos para ejercitar la lengua, labios y mandíbula que fortalecen los músculos de la boca. El terapeuta también trabajará con diferentes texturas y temperaturas de alimentos para incrementar la atención oral del niño mientras come y traga.
  • ¿Cuándo es necesaria la terapia?

    Los niños pueden necesitar fonoaudiología por una variedad de razones:
    • Problemas de audición
    • Retrasos cognitivos (intelectuales, del raciocinio) u otros retrasos del desarrollo
    • Musculatura oral débil
    • Defectos de nacimiento como el labio leporino
    • Autismo
    • Problemas motores
    • Problemas respiratorios (trastornos de la respiración)
    • Trastornos al tragar
    • Lesiones cerebrales traumáticas
    La terapia debe comenzar lo antes posible. Los niños que reciben terapia temprano en su desarrollo (aquellos menores de 3 años de edad) tienden a tener mejores resultados que aquellos que comienzan la terapia más tarde. Esto no quiere decir que los niños mayores no se benefician de la terapia sino que lo hacen a un ritmo más lento porque ya han aprendido otros patrones que deberán cambiar.

    Encontrando a un terapeuta

    Es importante cerciorarse que el terapeuta que usted elija, el terapeuta tenga como mínimo una maestría en esta especialidad.
    Algunas veces los asistentes en las terapias (los cuales generalmente han completado una licenciatura asociada de dos años o una licenciatura universitaria) pueden ayudar a administrar servicios de terapia del lenguaje bajo la supervisión de un terapeuta certificado. El terapeuta de su hijo debe tener una licencia certificada y tener experiencia profesional en el trastorno especifico de su hijo.
    Usted puede pedirle al doctor de su hijo o a uno de los maestros en la escuela que le recomiende a un especialista. También puede chequear el directorio telefónico local. Las asociaciones de su ciudad especializadas en patologías del habla y del lenguaje, y audición, también mantienen listados de terapeutas certificados y licenciados.

    Ayudando a su hijo

    Los expertos consideran que involucrar a los padres es crucial para el progreso del niño en este tipo de terapia.
    Los padres son una parte muy importante en la terapia y ayudan a determinar el éxito del programa. Los niños que completan el programa con más éxito y con los mejores resultados a largo plazo son aquellos cuyos padres han estado involucrados.
    Pregúntele a su terapeuta sobre la mejor forma de ayudar a su hijo en la terapia. Por ejemplo, es importante que usted ayude a su hijo a realizar las actividades de estimulación en casa que sugiera el terapeuta, para asegurar el progreso continuo y la práctica de los nuevos hábitos aprendidos.
    "El proceso de superar un trastorno del lenguaje puede tomar algún tiempo. Por ello, es importante que todos los miembros de la familia sean pacientes y entiendan la situación del niño".



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