SOBRE EL CUTTING... Cambiando el dolor emocional por el físico...

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En esta ocasión deseo informarlos sobre una triste realidad que esta atacando nuestros niños y adolescentes, el llamado "cutting o la secta del cutting" :
"práctica entre adolescentes y jóvenes, que consiste en hacerse heridas superficiales en diversas partes del cuerpo con objetos punzocortantes, ha tomado fuerza en años recientes". 

Se trata de un acto compulsivo en el que incurren personas con alguna inestabilidad emocional, con la finalidad de liberar dolor, enojo, presión, ansiedad o como una forma de llamar la atención. 

Por factores sociales y culturales, ya que el actual entorno es más exigente con los adolescentes por la competencia en el trabajo y/o en la escuela, lo que causa cierto sufrimiento. Además del contexto de violencia. 

Por lo general, se trata de personas con baja autoestima, depresión o ansiedad, debido a que han padecido violencia -sobre todo infrafamiliar- o acoso escolar, baja autoestima, depresión, ansiedad, se sienten rechazados; además, se caracterizan por una mala o deficiente relación con los padres o por no superar la separación de éstos; por haber sufrido abuso físico, psicológico y/o sexual, tristeza por la muerte de algún ser querido, problemas de pareja e inclusive por padecer algún trastorno de alimentación, como bulimia y anorexia.

Algunos expertos afirman que autolesionarse es un modo por el cual los jóvenes tratan de sustituir el dolor psicológico por el físico. 

Si bien es una práctica de la que no están exentos los adultos, la mayoría de los casos se presenta en adolescentes de entre 10 y 16 años

la edad promedio en la que comienza a registrarse esa conducta es a los 12 años, pero existen casos de niños de entre cinco y siete años que lo hacen y también se da en jóvenes de entre 18 y 25 años. 

por lo general estas lesiones no ponen en riesgo la vida, aunque pueden ser una alerta sobre el intento del suicidio. Ademas, un alto porcentaje de quienes ingresan a los hospitales por intentar quitarse la vida, se han autolesionado con anterioridad. 

"Quienes efectúan el primer intento son más propensos al segundo. Los individuos con esta conducta autolesiva inician con cortadas pequeñas, pero algunos, al paso del tiempo, lo hacen con mayor frecuencia y en ocasiones pueden llegar a ser letales." 

Las huellas físicas del cutting, también llamado self injury, pueden hallarse en diversas partes del cuerpo: muñecas, brazos, piernas o en el vientre. Sin embargo, los jóvenes que lo practican suelen esconder las heridas con muñequeras, playeras de manga larga, suéteres o algunos otros accesorios.

Esta conducta puede convertirse en un hábito o inclusive en una práctica de moda. En Internet se pueden hallar cientos de videos vistos miles de veces o -fotografías donde se da muestra de diversas formas para autolastimarse. También existen foros en línea donde los adolescentes comparten sus experiencias en esta práctica. 

Los adolescentes que incurren en el cutting se encuentran entre el dolor y el placer, pues su cerebro comienza a asimilar que aquello que los lastima genera gozo, porque es una manera de aliviar algún dolor o pena. Además, muchos de ellos aseguran (en los foros en la web) que lo hacen porque sienten placer, para hacerse cicatrices, sentirse diferentes o porque les agrada ver sangre. 

No se puede olvidar que la adolescencia es una etapa de búsqueda de identidad, por lo que lastimarse con este tipo de prácticas también puede ser un reflejo de la intención de los jóvenes de poner límites entre su cuerpo y sus padres, sobre todo si éstos son muy intrusivos. 

De no atenderse a tiempo, esta conducta puede mantenerse hasta la edad adulta; por lo que al detectarse el mejor tratamiento es la psicoterapia y el apoyo familiar y la receta por parte de especialistas (en este caso psiquiatra) para buscar e equilibrio de las emociones; ademas, es fundamental vigilar los accesos de los jóvenes a Internet, por los contenidos sobre el cutting que se pueden hallar en la red. 

SEÑALES DE ALERTA PARA PADRES

Se recomienda a los padres estar atentos al comportamiento de sus hijos, ya que estas prácticas se hacen a escondidas, estas pueden ser algunas señales de que sus hijos pueden estar teniendo este tipo de conducta, estén alerta:

1.-  Se visten con ropa propicia de tal manera que cubra las lesiones

2.- Manchas de sangre en su ropa o sábanas de cama

3.- Se notan nerviosos cuando van al baño y se tardan mucho para salir

4.- Mal genio en un momento y después de estar solo(a) un tiempo, con mejor estado de ánimo

5.- Baja autoestima

6.- Bajo rendimiento académico

7.- Soledad. 

8.- Tendencia a la depresión

¿CÓMO PUEDO AYUDAR?

Es PRIORITARIO llevarlo de inmediato a su sistema de salud (EPS) debe recibir tratamiento medico y psicológico, en ocasiones las personas con este tipo de conducta deben ser hospitalizarlos y dependiendo de la gravedad de la situación internados para que mejoren.

Para conseguir los resultados adecuados en la terapia es importante el apoyo de la familia, no cuestionar ni juzgar al adolescente, será determinante para que se atreva a enfrentar al problema. ademas, acompañarlo constantemente, no dejarlo solo y mantenerlo vigilado, se debe realizar revisiones periódicas en  su cuerpo especialmente en los lugares que cubren con sus vestido. Ingrèselo a actividades que ocupen su tiempo libre (deporte, baile, gimnasia, música, etc) además de mantenerlo entretenido ayuda a subirle el ánimo.

Guarde muy bien o elimine los objetos en casa con los cuales podría hacerse daño. Es muy recomendable mostrarse comprensivo y hacer saber al joven o a la joven  que la familia le ayudará en su lucha.

Informe a ala institución educativa donde asiste, para que conozcan su problemática, estén pendiente y también le brinden ayuda.

...Recuerde que nadie puede hacerle sentir mal si usted no lo permite, quiérase mucho, valòrese, ame su cuerpo y todo lo que es interna y externamente. es un ser humano grandioso con cosas maravillosas por mostrar y descubrir...   hasta pronto... 

                                                                             Jenny Paola