Aqui comparto con ustedes algunas de las recomendaciones para un ambiente escolar de participación y confianza
La experiencia demuestra que en la enseñanza de valores, el profesor reafirma aquellos en los que cree, y al ejercitarse en ellos propicia que la vida de la escuela se haga corresponder con los enunciados formales.
La experiencia demuestra que en la enseñanza de valores, el profesor reafirma aquellos en los que cree, y al ejercitarse en ellos propicia que la vida de la escuela se haga corresponder con los enunciados formales.
1. Consideración del alumno como un ser único
Atender y respetar los distintos ritmos, estilos y necesidades de aprendizaje de todos y cada uno de los alumnos y propiciar el gusto por aprender y saber más.
Aprender a conocer a los alumnos desde el punto de vista afectivo y evitar lastimarlos emocionalmente, admitiendo que existe una gran diversidad de sensibilidades.
2. Ambiente de diálogo
Establecimiento de las condiciones para que los niños y las niñas aprendan a escuchar, a tomar la palabra por turnos, a preguntar y debatir, a ser tolerantes y respetuosos con sus maestros y compañeros, a comprender la conveniencia de cooperar y colaborar, a reconocer, expresar y manejar sus sentimientos.
Utilización del diálogo como herramienta para la discusión y solución de conflictos apelando a la razón, al buen uso del lenguaje y a la erradicación de la violencia.
3. Respeto y colaboración entre todos y todas en la escuela.
Respetar la dignidad de todas las personas que integran la comunidad escolar, independientemente de su rol: personal docente, administrativo, de limpieza; alumnos y alumnas; padres y madres de familia.
Propiciar la ayuda mutua y la colaboración entre los miembros de la comunidad para desarrollar proyectos escolares.
Desarrollar empatía y prestar ayuda a las personas que integran la comunidad escolar.
Facilitar la participación de todos los miembros de la comunidad escolar para expresar sus necesidades, intereses e inquietudes.
4. Normas transparentes y compartidas.
Procurar normas claras, justas y compartidas que permitan regular el comportamiento individual y colectivo para facilitar una convivencia armónica.
Informar y justificar las reglas y normas escolares con toda claridad.
Precisar a quién compete definir las normas, cuándo y cómo fueron establecidas.
Finalmente diremos que los esfuerzos de los maestros serán más eficaces si:
Fortalecen su convicción de la importancia de educar en valores.
Si cuentan con el apoyo de la escuela y la familia.
Si se familiarizan con estrategias de aprendizaje apropiadas.
Si se practican los valores en la escuela.
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