El ejemplo es la mejor herramienta educativa con que cuenta la familia, la familia es escuela de vida y los padres, educadores naturales.
La familia es escuela de vida y los padres educadores naturales. La familia brinda desde el nacimiento los estímulos que satisfacen las necesidades emocionales, al tiempo que se garantiza el desarrollo psíquico y físico de los pequeños. En esta institución se adquieren el lenguaje, la afectividad, la identidad personal, las primeras destrezas musculares, así como el estilo convivencial básico. Las relaciones –estrictamente personales– que se establecen entre padres e hijos constituyen la fuente principal de la que emanan los aprendizajes emocionales, sociales y morales.
Base de conducta
Los conocimientos, habilidades y actitudes se ofrecen tempranamente en el seno familiar en gran medida a través del ejemplo. Aun sin pretenderlo, el comportamiento de los progenitores aparece ante los hijos como referencia o base de su conducta. De forma espontánea los padres se presentan como modelos.
Herramienta educativa
El ejemplo es uno de los mejores instrumentos con que cuentan los padres para ejercer la tarea profunda y compleja de educar La ejemplaridad de las acciones tiene gran impacto en el niño, especialmente en la forma de organizar la realidad y en el acercamiento a los otros y a cuanto lo rodea. La seguridad o temor, el optimismo o pesimismo, las actitudes y valores, el modo de relacionarse, el tono vital, etc., dependen en buena parte de lo que durante la infancia se haya observado e imitado. El aprendizaje por vía del ejemplo es sustancialmente distinto a la enseñanza escolar, muy dependiente de la programación.
Obras y palabras
Frente a las clases teóricas del colegio, el niño en casa observa el comportamiento de los padres que, por cierto, tiene un mayor impacto formativo que las recomendaciones verbales que ellos mismos puedan hacer.
El ejemplo benéfico que los padres ofrecen a los hijos se reparte en tres modalidades interdependientes: el trato interpersonal, a menudo concretado en la cortesía y cordialidad que presiden las relaciones familiares; el porte, en el que se incluye la higiene, la postura, la corrección al hablar, la disposición, etc., y la utilización de materiales, sobre todo en lo concerniente al orden y cuidado de los enseres del hogar.
El ejemplo benéfico que los padres ofrecen a los hijos se reparte en tres modalidades interdependientes: el trato interpersonal, a menudo concretado en la cortesía y cordialidad que presiden las relaciones familiares; el porte, en el que se incluye la higiene, la postura, la corrección al hablar, la disposición, etc., y la utilización de materiales, sobre todo en lo concerniente al orden y cuidado de los enseres del hogar.
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